La Revolución americana de las Trece Colonias
Lo que en un principio era poco
más que un conflicto entre los colonos americanos y los soldados británicos
durante el 19 de Abril de 1775, terminó por desencadenar uno de los episodios
más importantes en la historia de Estados Unidos, la Revolución
Americana y la posterior escisión de las colonias del imperio británico.
Todo comenzó con una partida de
soldados británicos que buscaban armas y municiones para incautar, tras conocer
que los revolucionarios habían estado haciendo acopio de ellas. Llegados a
Lexington, se toparon con un grupo de milicianos (minutemen), que estaban
realizando una protesta pacífica y en silencio. Estos milicianos tenían orden
de no abrir fuego a menos que fuesen atacados previamente, y en un principio
todo fue bien. Los soldados les ordenaron disolverse y así lo hicieron,
silenciosamente, pero un disparo accidental hizo que los británicos cargasen
contra los milicianos, y este episodio encendió los ánimos del resto de
revolucionarios y la lucha se fue extendiendo. A medida que los casacas rojas
trataban de regresar a Boston, iban dejando un macabro rastro de su paso, nada
menos que 250 hombres perdidos, frente a los apenas 93 revolucionarios.
Bostonianos humillando a un aduanero, obra atribuída a Phillip Dawe, 1774
A medida que las hostilidades
crecían, los representantes de los colonos se reunieron en Filadelfia para
hacer un balance de la situación. La guerra contra los ingleses fue aprobada
por mayoría en una votación, y se acordó el unir las milicias para crear un
ejército regular, que tendría como comandante a George Washington. En
busca de una alternativa pacífica, pidieron al rey Jorge III que terminase con
los ataques, pero éste se negó en redondo, aduciendo que las colonias
americanas se habían rebelado contra la Corona Inglesa.
En medio de este clima, la única
solución posible parecía la independencia, apoyada y teorizada por Thomas
Paine en su folleto «Sentido Común», en el que cuestionaba la figura de un
rey por derecho de linaje. Paine argumentaba que el sistema de monarquía
hereditaria estaba obsoleto y sólo conduciría a la tiranía y el sometimiento de
los colonos. Fue Thomas Jefferson, durante el Segundo Congreso Continental el
encargado de redactar la Declaración de Independencia (4 de Julio de 1776), el
que explicaba los abusos de la Corona y la voluntad de independencia de los
jóvenes Estados Unidos. En ella se expuso también un compendio de ideas sobre
la libertad individual, influenciada por algunas ideas de John Locke, que daban
prioridad a los derechos universales del individuo frente al poder gubernamental.
Pero la independencia no sería
fácil de conseguir, ya que los británicos tenían bajo su control los estados de
Nueva York, Pennsylvania y Nueva Jersey. La situación cambió cuando entraron en
escena los franceses, que dieron su apoyo a los colonos y rubricaron un acuerdo
bilateral de defensa, basado en intereses geopolíticos. Esta estrategia de
alianza daba a Francia la posibilidad de debilitar a Inglaterra, su vieja
enemiga.
El incidente de Lexington dio
comienzo a una guerra que se prolongó 8 años y se extendería por todo el
territorio norteamericano, y pese a que los británicos rindieron gran parte de
sus tropas en 1781 (Virginia), el tratado de paz no llegaría hasta el 15 de
Abril de 1783. Las 13 antiguas colonias británicas fueron reconocidas como
estados, aunque la ardua labor de convertirlas en una unión federal estaba aun
muy lejos de conseguirse.
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